Facultad de Derecho

25 de agosto de 2016

¿Cómo construir una comunidad de STARTUPS?: El caso de Bogotá.

Para llevar una idea al mercado, los empresarios necesitan sobrevivir al difícil período en la etapa temprana del ciclo de vida de una compañía conocida como el "Valle de la Muerte" - el período comprendido entre el aporte de capital inicial y cuando la compañía genera un flujo constante de ingresos.

Por: Erik Vermeulen

Por Erik Vermeulen, docente Maestría en Derecho Internacional de los Negocios. Universidad Externado de Colombia.

Para llevar una idea al mercado, los empresarios necesitan sobrevivir al difícil período en la etapa temprana del ciclo de vida de una compañía conocida como el “Valle de la Muerte” – el período comprendido entre el aporte de capital inicial y cuando la compañía genera un flujo constante de ingresos.

Todos sabemos que esto es una tarea difícil y que muchas – si no la mayoría de las empresas – fallarán en esta primera etapa. Lo más obvio es que para enfrentar este reto, los empresarios necesiten recaudar una cantidad significativa de dinero. Pero esta necesidad plantea una serie de preguntas de enormes proporciones:

            “¿A quién debemos acudir en busca de inversión? “

            “¿Qué clase de dinero queremos atraer? “

            “¿Cuándo es el momento adecuado para buscar inversión?”

           “¿Dónde debemos ubicar nuestra empresa, si nuestro sueño es construir un negocio global? “

Con respecto a esta última pregunta, pensar en ella como “La pregunta de dónde” es quizás la más importante, porque ésta determina las opciones para contestar las demás interrogantes.

Podría Colombia – o, más específicamente, su capital Bogotá – ser una respuesta realista o práctica a “La pregunta de dónde”?

Después de mi primer viaje aquí en 2008, mi respuesta habría sido un “NO” definitivo. Las razones son simples: una reputación de conflicto interno y las drogas.

Pero mi punto de vista ha evolucionado gradualmente desde entonces. Viajes anuales me han dado la oportunidad de enseñar a los estudiantes universitarios y compartir mis ideas sobre la innovación y el espíritu empresarial con la comunidad empresarial local. Esta experiencia me ha hecho comprender que el potencial empresarial en Colombia es enorme y que ahora Bogotá representa una buena opción para cualquier empresa joven que busque escalar.

Dos estrategias distintas para fomentar las empresas han sido relevantes para llegar a esta conclusión. En primer lugar, el gobierno de Colombia ha modernizado y simplificado las leyes de derecho corporativo con el fin de ofrecer formas de negocio en el que las pequeñas y medianas empresas (PYME) se pueden configurar fácilmente para luego crecer y desarrollarse. En segundo lugar, una serie de programas se han puesto en marcha en donde los inversionistas están provistos de varios beneficios legales y fiscales.

Sobre la base de estos desarrollos, predije en 2014 que Bogotá podría ser el próximo “Silicon Valley” en América del Sur. Como era de esperar, esta predicción fue recibida con un alto grado de escepticismo. Escepticismo bien fundamentado, ya que esfuerzos anteriores para crear ecosistemas de innovación sostenibles escasamente han tenido éxito.

Sin embargo, actualmente estoy de vuelta en Bogotá y la pregunta es si mi predicción hecha en 2014 todavía se puede mantener.

La buena noticia es que Bogotá atrae cada vez más la atención como un centro para “startups” en América del Sur en los medios de comunicación. Sin embargo, como suele ser el caso con las “startups” locales, inevitablemente aún hay un déficit de capacidad de diversos tipos, tales como la infraestructura de transporte de la ciudad, la inmadurez de la comunidad de inversionistas, la falta de consultores especializados, etc.

¿Qué pueden el gobierno colombiano, el gobierno local y los encargados de formular políticas hacer para asegurarse de que múltiples startups decidan ubicarse en Bogotá?

Dos “condiciones de éxito” parecen importantes aquí.

ADN Local / Puntos de venta exclusivos

En primer lugar, Bogotá, al igual que con cualquier ecosistema de inicio, tiene que encontrar su propia identidad y dirección basándose en los puntos de venta únicos de la región, que son claramente en las áreas de recursos naturales, como petróleo, gas y oro.

En el desarrollo de una red de empresas nuevas, que proporciona el tipo de infraestructura de apoyo, una consideración importante es la historia y capacidades preexistentes de la ciudad o región.

La construcción de una comunidad regional de “Startups” tiene que hacerse – por lo menos, en un principio – en las capacidades existentes, lo que podemos pensar como el “ADN local” o puntos de venta únicos de una región. En el corto plazo, no tiene sentido tratar de replicar lo que se hace en otras regiones, lugar se deben preguntar el cómo pueden las áreas existentes de conocimiento atraer y añadir valor a la economía global (que en el caso de Bogotá, es con las tecnologías ambientales y verdes).

Conectándose a la comunidad global de “startups”

En segundo lugar, una consecuencia importante de la aparición de un espacio global de innovación es que las comunidades locales “startups” ya no tienen que aspirar a ser auto suficientes y totalmente autónomas. En realidad, puede ser un error pensar en ellas de esta manera. En su lugar, aprovechar el “ADN local” para establecer vínculos con las capacidades y los recursos globales es la forma más eficaz de aumentar el dinamismo y el atractivo de una región

Dentro del ecosistema de innovación “global”, todas las cosas y todo el mundo está conectado, o al menos tiene el potencial para ser conectado, y esto significa que la comprensión de la localidad y la proximidad de los sistemas regionales de innovación tiene que ser re-pensado. La visión tradicional de proximidad como la distancia desde un centro de innovación, ya no parece aplicable en un mundo interconectado globalmente.

Esto no quiere decir que el lugar ya no importa. El mejor de los casos para cualquier ecosistema local de innovación es convertirse en un centro importante en el ecosistema mundial. Sin embargo, es importante para cualquier ecosistema local estar en condiciones de utilizar las capacidades y los recursos del sistema global. Por tal motivo, las autoridades tienen que darse cuenta de que la clave del éxito para un ecosistema local es desarrollar y mantener una fuerte conexión con el ecosistema global.

En el caso de Bogotá, esto significa hacer un mayor énfasis en los programas de inglés, realizar la construcción de conexiones globales, fomentando expatriados a trasladarse a la región, promoviendo un fuerte enfoque en la tecnología sobre recursos naturales, estimulando la energía limpia como la próxima ola de innovación, etc.

 

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