Facultad de Derecho

16 de diciembre de 2020

Lo bueno, lo malo y lo feo del emprendimiento en Colombia – 2020 ¿Nuevo plazo para presentarse al sandbox?

Quise hacer esta nota de fin de año para contar cuáles en mi opinión fueron los acontecimientos del emprendimiento más sobresalientes del 2020 y con base en ello augurar lo que puede venir con el 2021.

Por: Andrés Cárdenas Muñoz, Director Línea de Investigación -CYRCI

Un barrido por el año marcado por la pandemia muestra que para el emprendimiento colombiano -afortunadamente- fue más lo bueno, que lo malo y lo feo. En realidad, el covid-19 no parece haber tenido un efecto inmediato en el emprendimiento local, salvo el anuncio de unos respiradores que no llegaron a materializarse, pero sí que tendrá un efecto mediato, el cambio de hábitos de consumo de los colombianos tanto en comercio (interiorización del  e-commerce en las empresas), como de los bienes ofrecidos por el Estado, según la OCDE Colombia fue el tercer país más destacado en gobierno digital (Oportunidades para el B 2G.)

Lo bueno.  El aumento en -por lo menos- un 25% del venture capital en Colombia, el e-learning Academy de Binance en Colombia, el anuncio de una oficina de Estado para fomentar el emprendimiento binacional en Tel Aviv, la suscripción de un acuerdo entre Huawei e INNpulsa,  la expedición de la Política Nacional de Emprendimiento, la -inminente- promulgación de la ley de emprendimiento, la apertura del gobierno hacia las “areneras” (sandbox) y Alibaba aterrizo en Ruta N.

Lo malo. Si bien “la arenera” ocupa un lugar central en el desarrollo del emprendimiento en Colombia, la Superintendencia Financiera se anticipo a la hora de convocar a su sandbox. Me explico. La ley de emprendimiento es la que da la competencia a las entidades del gobierno para llevar a cabo la “implementación de mecanismo exploratorio de regulación para modelos innovadores (Sandbox)”  y si bien, esta ley solamente fue aprobada por el Congreso el viernes 11 de diciembre 2020, la SuperFinanciera anunció la convocatoria el 17 de septiembre y la publicó desde 21 de septiembre de 2020. Es decir, cuando la SuperFinanciera convocó no tenía la competencia legal para hacerlo.  En purismo jurídico, la convocatoria de la Superintendencia Financiera solamente podrá considerarse valida desde que la ley de emprendimiento entre en vigencia, esto es desde la fecha en la sancione el Presidencial y sea publicada en Diario Oficial, lo cual no ha sucedido a la fecha de esta entrada (16 de diciembre, 2020).

En aras de crear la seguridad jurídica que se espera que el ente de control traiga sobre las transacciones de crypto en Colombia, lo deseable es que corrija y abra de nuevo la convocatoria desde la fecha que entre en vigencia la ley de emprendimiento y por un termino como mínimo de 3 meses más, estos debería ser, por lo menos, hasta el final del primer trimestres de 2021, así no solo se respetaría la legalidad sino que se abriría la puerta a que más emprendedores logren alianzas para hacer parte de la “arenera”. En un sector que exige tanta legalidad, la primera en dar ejemplo debería ser la Autoridad, piensa uno en la máxima de este gobierno “Equidad, Legalidad y Emprendimiento”.

Lo feo.  El 2020 podría ser el año más destacado del emprendimiento para Colombia, no obstante, faltó el centavo para el peso. Infortunadamente, al lado de los grandes avances para el emprendimiento en Colombia, la “ley -que disque- de plazos justos-“ permitió abiertamente que en nuestro país a las PyME se les pague a 60 días, en mi forma de ver, un ancla al subdesarrollo ¿Cómo puede una Nación Emprendedora permitir que siga trascendiendo en Colombia la cultura del “más grande se financia del más pequeño y ser avalado por una Ley de la República?

Los augurios. Para el 2021 auguro un año de grandes implementaciones para el emprendimiento. Al actual gobierno nacional, le restan -algo menos de- dos años y logró la aprobación de la ley de emprendimiento, con la cual, consiguió alocar la gran mayoría de recursos públicos y de competencias en INNpulsa, un gran acierto que le dará eficiencia al ecosistema y lo pondrán en manos de este patrimonio autónomo que ha mostrado que tiene con qué fomentar el crecimiento exponencial del ecosistema emprendedor colombiano.

En el 2021 se puede esperar que Colombia siga estrechando sus vínculos con el ecosistema chino y el israelí. Naturalmente, seguirá habiendo una relación con el estadounidense por su cercanía y dinamismos en la financiación, pero los referentes de innovación para Colombia van a provenir de oriente, además porque todos aprendimos de su ecosistema en el manejo de la pandemia. (Por nada la CoronaApp es una hija menor de sus homologas en Corea del Sur y Singapur).

La Superintendencia Financiera tendrá la tarea, al menos implícita, de no  profundizar el vacío regulatoria y la inseguridad jurídica para las Exchange, éstas son necesarias para el desarrollo de nuevos mercados y del ecosistema que requiere avanzar con rapidez y con menores costos financieros, ojalá la SuperFinanciera corrija la salida en falso y se centre en facilitar el desarrollo tecnológico por encima de la presunción de “mala fe”, que tanto daño le ha hecho a la innovación y ha justificado el retraso tecnológico en Colombia.

Finalmente, seguiremos viviendo durante todo el 2021 las secuelas del subdesarrollo que alientan a las grandes a financiarse de las más pequeñas, pero bueno, hay una “esperanza”, la misma ley que permitirá desfinanciar a las PYMES, durante el 2021, por 60 días, dispuso que a partir de 2022 las grandes “sólo” podrán financiarse de las pequeñas hasta por 45 días, Es decir, nos anclaron al subdesarrollo “sólo por un ratico” y nos irán liberando de a poco. Amanecerá y veremos.

En todo caso, hay que decirlo, el 2020 fue un año hito para el emprendimiento, el cual dejó bases solidas para el 2021, salvo unas fallas aisladas que hacen mella en la cultura emprendedora, en verdad está en las manos de la SuperFinanciera corregir en pos de la legalidad y reabrir los términos para el sandbox; y en manos de las empresas más grandes, o al menos, en las manos del paso del tiempo, está que las empresas más grandes no se sigan financiando de las más pequeñas.

 

Nos vemos en el 2021.

A todos los emprendedores de Colombia les deseo felices fiestas.

 

 

 

 

 

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