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19 de febrero de 2019

El mal-trato de los jefes a sus empleados en Colombia. Una cifra que va en aumento

Por: Geli Pautt Torres

Doctora en Ciencias Empresariales de la Universidad Antonio de Nebrija (España); Magíster en Administración de Empresas de la Universidad Externado de Colombia y Psicóloga de la Universidad del Norte. Investigadora y Docente del tema de liderazgo. Autora del libro Liderazgo Directivo. Un enfoque para la Gestión Empresarial; Consultora en Liderazgo y cambio y conferencista internacional. Directora del Centro de Liderazgo de la Facultad de Administración de Empresas de la Universidad Externado de Colombia.

Briefing:

El mal – trato laboral en Colombia cada vez está en aumento, siendo esto una respuesta a la pérdida del liderazgo de los jefes en su afan de querer demostrar su poder y autoridad. Colombia en el año 2006 reglamentó la Ley 1010 sobre Acoso Laboral, puntualizando en su definición y sus diferentes modalides. En este articulo podrán encontrar además, algunas soluciones que se pueden llevar a cabo, con el fin de salir bien librado de esta situación

Había escuchado con atención las palabras de una profesional con maestría quien comentaba con tristeza cómo su jefe la maltrataba psicológica y laboralmente. La llamaba a las dos de la madrugada, la insultaba, se burlaba de ella y finalmente la despidió a través de una llamada telefónica mientras asistía a un viaje de negocios. Otro profesional comentó cómo su jefa les lanzaba objetos a sus empleados cuando los planes no salían como esperaba… Y otro, de cómo su jefe le limitaba los recursos para que no diera los resultados esperados. Ni siquiera suena real, al principio pensaba que eran exageraciones, pero a través de sus palabras podía sentir el dolor psicológico que causaba en ellos, al punto de convertirse algunas veces, en un dolor físico. Al finalizar la reunión, me quedaba intencionalmente para que se acercaran a mí y me comentaran más profundamente sobre la situación; Y así era, solo encontraba gritos de silencio desesperados en ellos, buscando como única esperanza escapar de ese trabajo con el ánimo de encontrar otro …. por eso estaban allí sentados.

Indagaba sobre sus jefes, de quienes eran, como eran, y si, algunos de ellos eran empresarios exitosos, con buena formación académica y bien reconocidos socialmente, por su dinero, claro está. Uno de ellos ya presenta demandas sobre acoso laboral, las cuales aún no han prosperado.

En cada reunión de empleabilidad que conducía, crecía más y más el número de personas abrumadas por las relaciones con sus jefes, era el espacio de la catarsis, de aprender cómo cambiar de trabajo con éxito; era suficiente con que  solo una persona comenzara a contar su historia dolorosa, para que en los demás se evocaran esos recuerdos o situaciones en la que la necesidad económica se comportaba como la artífice de una relación sado-masoquista, jefe-empleado, algo parecido a esas relaciones de pareja en la que por “amor”, el uno permite que el otro lo maltrate; en la relación laboral lo que los une contrariamente es la necesidad de satisfacer necesidades como gastos de manutención, hijos, educación, en el mejor de los casos, otros tienen escenarios como enfermedades, deudas, etc,  a través de una paga que no siempre es la mejor, pero que se convierte en un miedo perverso de carecer totalmente del dinero.

Hay un sinfín de maneras de mal – tratar, todas ellas con un denominador común: hay una víctima y un victimario; además, necesitan buscar ayuda o asistencia de tipo psicológico para salir de la situación. Este tipo de persona (el maltratado) es monotemático en sus conversaciones y su vida gira en torno a ello, algunos con una marcada desesperanza que los mantiene anclado a la situación.

No quisiera ser pesimista, pero según un reporte del Ministerio del Trabajo en Colombia, el ex viceministro de relaciones laborales, David Luna, manifestó que este flagelo va en aumento, “lo insólito es que los empleadores siguen incurriendo en las mismas prácticas para atacar a los trabajadores”, siendo la de mayor uso, el maltrato verbal, a través de los gritos y los insultos; seguida de la persecución laboral, cuyo propósito es motivar la renuncia del empleado, mediante la descalificación, exceso de trabajo y cambios reiterados de horarios; la discriminación, como una forma de excluir al trabajador de las decisiones y actividades relacionadas con su área y con él directamente; el entorpecimiento es otra manera de maltratar, creándole un ambiente negativo y complicado para el cumplimiento de sus tareas en el corto plazo; La inequidad, dejando de lado a empleados capacitados y con la experiencia  necesaria al momento de los ascensos y promociones; y por último,  la desprotección, la cual está vinculada a la falta de garantías del empleado y al incumplimiento recurrente de pagos obligatorios como cesantías, vacaciones, aportes en salud, etc (Finanzas personales, s.f; Portafolio, 2012).

Estos diferentes tipos de maltrato llevan como nombre “acoso laboral o mobbing”, tema que jurídicamente en Colombia está reglamentado por la Ley 1010 de 2006 y que lo define de la siguiente manera:

Se entenderá el acoso laboral toda conducta persistente y demostrable, ejercida sobre un empleado, trabajador por parte de su empleador, un jefe o superior jerárquico inmediato o mediato, un compañero de trabajo o un subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir la renuncia del mismo. (Ley 1010, 2006, art. 2)

Aunque la cifra de “mal – trato laboral” en Colombia vaya en aumento, se pueden tomar algunas acciones para poder superarlas:

  1. Protege tu autoestima: busca ayuda psicológica o un coach que te asista para que evites dilatar la situación, y poder salir bien librado lo mejor posible.
  2. Mantén una comunicación asertiva: conversa con la persona directamente de una forma firme y honesta, expresándole sobre su comportamiento de mal-trato y lo que esperas que suceda en cuanto a correctivos, en adelante.
  3. Acude al comité de convivencia y/o Departamento de Recursos Humanos de la empresa para la cual laboras: si lo anterior no te da resultado, expón la situación y básate solo en los hechos que han ocurrido, se una persona objetiva y realista.
  4. Haz uso de la Ley 1010 de 2006: a través de una demanda por acoso laboral si la estrategia anterior no es efectiva. Busca un abogado laboral, lleva las evidencias de tu maltrato y ten la valentía de permanecer en tu decisión, no bajes la guardia ni retires la demanda. Evita que este tipo de maltrato le ocurra a otros empleados.

Es lamentable que algunos directivos de nuestro país pierdan su liderazgo por querer demostrar su poder, olvidándose por completo de la importancia que representa las personas dentro de la organización. Los empleados deben comprender que no están solos y que pueden acudir a un equipo de profesionales como psicólogos, coach y abogados que pueden dar punto final a su acoso laboral.

REFERENCIAS

Finanzas personales. (s.f). En Los seis maltratos laborales más frecuentes en Colombia. Recuperado de https://www.finanzaspersonales.co/trabajo-y-educacion/articulo/los-seis-maltratos-laborales-mas-frecuentes-colombia/46351

Portafolio. (2012). En Suben las quejas de acoso laboral durante 2012. Recuperado de https://www.portafolio.co/economia/finanzas/suben-quejas-acoso-laboral-2012-113660

Congreso de Colombia. (23 de enero de 2006). Ley Definición y Modalidades de Acoso Laboral. [Ley 1010 de 2006]. Recuperado de http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1010_2006.html

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