LA APLICACIÓN DE LA CIBERJUSTICIA EN COLOMBIA.

El 2023 empezó con un frenesí en el sistema judicial colombiano causados por dos actuaciones de jueces, uno al haber acudido al empleo del ChatGPT y otro por realizar la primera audiencia en el metaverso, con reacciones variadas, desde felicitaciones, pasando por sorpresa, desconcierto hasta indignación, condenas y solicitudes de investigaciones disciplinarias.

Si se analizan los resultados obtenidos de estas actuaciones, una vez decantado el revuelo inicial, prende alarmas puntualmente el empleo de herramientas tecnologías incipientes de inteligencia generadora como el ChatGPT desarrollada por la compañía OpenAI en campos sensibles como la administración de justicia.

El ChatGPT a pesar de haberse lanzado en noviembre de 2022 ya consiguió llegar al umbral de 100 millones de usuarios, que lo aplican en todo tipo de escenarios, personales, académicos y profesionales, teniendo el récord como la aplicación de consumo de crecimiento más rápido de la historia; sin embargo, no resulta muy sensato que esté en boom una herramienta que altere o invente hechos e incluso delire. La humanidad es así, atraída a escenarios que terminan siendo considerados ex post como el suicidio de la razón.

Ahora bien, OpenAI sigue liderando la carrera entorno a la inteligencia generadora presentando el GPT-4, manteniéndose la advertencia de su uso en contexto de alto riesgo.

Según el Index del World Justice Project, en el año 2022 Colombia bajó en el último año cinco puestos quedando en el 91 entre 140 países alrededor del mundo. Este ranking busca medir las condiciones actuales del estado de derecho en cada país. Dentro de los factores que se analizan se encuentran:  la ausencia de corrupción, el respeto de los derechos fundamentales, el orden y la seguridad, el cumplimiento de las normas, y como operan la justicia civil y la penal.

El hecho de seguir erosionándose el estado de derecho está conllevando a que los ciudadanos consideremos cada vez más lejanas las expectativas de un país donde se pueda convivir en paz, donde se perciba que impera la autoridad en todas las esferas sociales y se puedan resolver diferencias en el sistema judicial colombiano de forma justa, rápida y transparente.

Con respecto específicamente en el sector justicia, independientemente de si están enfocados en la dirección correcta o no, no es de extrañar que las iniciativas mencionadas inicialmente surjan de jueces dolientes, que se encuentran en plena trinchera, teniendo que lidiar con todo tipo de limitaciones, surgiendo de ímpetus individuales.

La cuestión es que la solución debe ser parte de una política de Estado aplicar cualquier tipo de herramienta disruptiva, recordemos que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones.

De ahí la necesidad de establecer equipos interdisciplinarios, con expertos legales y técnicos en el sistema a diseñar, con pilotos previos a un empleo masivo. La manera en que la Corte Constitucional está buscando implementar PretorIA es un ejemplo de cómo se debe abordar estas intervenciones. De la misma manera, todos los cambios disruptivos en la administración de justicia tienen que ser el resultado de procesos decantados, discutidos entre los diversos participantes, irlos moldeando hasta alcanzar el mejor resultado posible y una vez lanzados, hacerles el respectivo seguimiento, quedando en todo caso el control del producto final en cabeza de los administradores de justicia.

Por: Luis Alfonso Gómez

Bibliografía:

1. Forbes. La nueva revolución de la inteligencia artificial. Ed. Marzo de 2023.
2. https://cnnespanol.cnn.com/2023/03/16/5-cosas-que-hace-gpt4-chatgpt-no-pudo-trax/
3. Saavedra, V. y Upegui J. (2021). PretorIA y la Automatización del Procesamiento de Causas de Derechos Humanos. De Justicia.
4. https://worldjusticeproject.org/rule-of-law-index/?gclid=EAIaIQobChMInY_Rk-7j_QIV78mUCR3ZyQSPEAAYASAAEgI4dfD_BwE