Facultad de Derecho

21 de agosto de 2018

Prospectiva de la cuarta revolución industrial en las facultades de Derecho

La cuarta revolución industrial (la era de las máquinas inteligentes y de la informática cognitiva) llegó con una promesa del desarrollo exponencial de la datificacion de la sociedad y de la potencial convergencia de tecnologías avanzadas y emergentes (IoT, inteligencia artificial, robótica y automatización, cloud computing, Blockchain, entre otras).

1. La cuarta revolución industrial (la era de las máquinas inteligentes y de la informática cognitiva) llegó con una promesa del desarrollo exponencial de la datificacion de la sociedad y de la potencial convergencia de tecnologías avanzadas y emergentes (IoT, inteligencia artificial, robótica y automatización, cloud computing, Blockchain, entre otras).

La influencia de estas tecnologías emergentes es evidente en la transformación digital de empresas, países y en general de la sociedad. El Derecho está en el centro de esta nueva realidad por su tradición como  estructura (blanda) de conductas sociales, instituciones y de concreción de principios y valores sociales.

El diálogo frecuente y cercano entre el derecho y la tecnología debe ser un apoyo fundamental para que la Cuarta Revolución Industrial sea moldeada teniendo como núcleo central al ser humano y los valores democráticos y libertarios que han acompañado nuestra historia reciente.

2. Los medios de producción y los canales de comercialización de las empresas experimentan una transformación digital hacia una mayor productividad y competitividad. La digitalización profunda del entorno empresarial crece en un ambiente de globalización apenas interrumpida por guerras comerciales sinrazón y ojalá efímeras. El mundo digital es la  amalgama de la multipolaridad política y de las cadenas globales de producción, logística y distribución de bienes y servicios.

3. El mercado laboral experimenta una metamorfosis profunda hacia los empleos del futuro, nuevas profesiones y novedosas formas de entender las profesiones actuales. La precariedad de las menos educados puede alcanzar también a muchos calificados que deben competir con la capacidad de cálculo casi infinita de las máquinas así como de su nueva habilidad de autoaprendizaje. Es posible que la creciente automatización de los sistemas de información obligue a compensar las horas de ocio y se tengan que establecer salarios mínimos universales o que se agrave la pauperización incluso de profesionales calificados a merced de la inteligencia artificial y la automatización. aplicada a los procesos empresariales.

4. Sin excepción, la cuarta revolución industrial afecta las profesiones, ocupaciones y oficios con contenido intelectual y que exigen años de estudios y significativas inversiones económicas en matrículas estudios especializados. En la oferta de formación de abogados puede haber diversas opciones, unas más cercanas al abogado artista, entendiendo por tal a los abogados con conocimientos y experticios excepcionales pero también al tecnólogo del derecho con destrezas más bien básicas. Queda atrás la visión tradicional sobre el impacto de la tecnología únicamente en empleos no calificados o en procesos industriales o comerciales con baja intensidad de mano de obra. Con ese panorama en mente, los abogados deben cuestionar su rol más allá de adalides de la ética, de la axiología, de la ingeniería social basada en el deber ser y de la construcción institucional (privada y pública). Dejando al lado las rutinas propias del ejercicio burocrático y a veces paquidermico del derecho, nuestra profesión tiene un ámbito de interpretación constitucional, legal y contractual que nos configura como analistas de información calificada. El esfuerzo del jurista por hallar la solución correcta, por lograr el argumento sólido y persuasivo y por guiar la decisión mediante la escogencia de las fuentes adecuadas siguen siendo el “pan de cada día”.

Las estructuras jurídicas complejas como transacciones financieras y comerciales son procesos que deben construirse con arquitecturas lógicas bien provistas como caminos o rutas que presuponen algoritmos o secuencias lógicas. La complejidad de las normas y regulaciones hacen aún más exigente ese trabajo.

5. La pertinencia del aprendizaje de ciertas materias en el listado de conocimientos que debe tener un abogado siempre será un tema polémico. Ante la cantidad de opciones y alternativas es fundamental establecer prioridades. Los currículos de las facultades de derecho no pueden ser infinitos y deben combinar la tradición con la innovación. Es evidente que la formación de los futuros juristas debe tener el núcleo tradicional de derecho privado con exigencia en los métodos de interpretación legal y contractual, entre otros.

La formación del jurista exige una combinación de teoría y práctica. Aprender el oficio del abogado requería tradicionalmente comenzar por la elaboración del memorial, la redacción del contrato o la elaboración del concepto.

Estas labores continúan siendo lucrativas    y de acuerdo a la complejidad requieren mayor o menor experticio. La automatización precisamente puede estandarizar esa información al hacerla más pública y fácil de auto elaborar por el profano o al ser obtenida mediante plataformas tecnológicas que permitan la personalización de plantillas o minutas con la ayuda de asistentes virtuales. Pareciera ser que en estas actividades las máquinas no están reemplazando al abogado-artista sino más bien a un prestador de servicios costumizables.

6. Conforme cambian los tiempos y se profundiza la revolución digital, la relación entre el Derecho y la tecnología ha venido cambiando así como el mercado laboral al que ingresan los nuevos graduados de las facultades. Las oficinas de abogados, el gobierno y las empresas requieren nuevas habilidades y capacidades de los noveles juristas. El derecho y la tecnología deben compartir cada vez más espacios, diálogos y disciplinas. La tecnología ya es una de las fuerzas dinámicas de cambio en el mundo jurídico.

7, También se aprecia un cambio en el sentido aspiracional de los candidatos a juristas. En una época la meta de consolidar una carrera de juez que culminará luego de muchos años de esfuerzo en la Magistratura era el punto final del camino ideal.

Devenir abogado de una prestigiosa firma de abogados y devenir socio de bufetes grandes con la recompensa económica fue por ejemplo en los Estados Unidos y de manera más reciente en Colombia otra trayectoria que llenaba la expectativa de los futuros graduandos.

El gobierno se apreciaba como un buen remanso para ciertas personalidades más bien tranquilas con sentido de la conservación burocrática. También del abogado-político o sea aquel que combinaba sus conocimientos y práctica con el quehacer institucional de diseño y praxis del Estado.

Hoy, la transformación digital permea sin cesar al gobierno (digital, datos abiertos, analítica para las políticas públicas) a las empresas (transformación digital,  desmaterializacion documental y tecnologías emergentes) y a la judicatura (justicia digital, ODRs y procesos y expedientes digitales).

Se rompe la tradición, cambian los roles, emergen nuevos campos de acción, reina la incertidumbre frente al cambio. Aparecen nuevas formas de empleo en el mundo jurídico y el analfabeto digital puede ver su horizonte profesional disminuido.

8. Las nuevas generaciones de estudiantes de los colegios vienen influenciadas por el uso de las tecnologías y ya no existe la dicotomía de que a las facultades de derecho llegaban aquellos poco diestros o interesados en las matemáticas, las ciencias o la tecnología.

Todo lo contrario, en las nuevas cohortes se aprecian grupos a veces mayoritarios de estudiantes con afinidad por las innovaciones tecnológicas en su uso cotidiano y como alternativas para potenciar el aprendizaje del derecho y para tener nuevos caminos en el ejercicio profesional.

Sin embargo, también es cierto que aún se reciben con cierta frecuencia hojas de vida en las oficinas de abogados o en la empresas en que nuestros recién graduados en las facultades de derecho incorporan un capítulo sobre conocimientos en informática: word, internet, PowerPoint o Excel.

Entender la lógica de la programación (Coding for lawyers) y las reglas de construcción de los algoritmos de manera sencilla puede generar la necesaria sinergia entre la lógica aplicada a los textos legales y a las decisiones judiciales con las bases lógicas de los sistemas de información.

9. Los profesores de las facultades de derecho son principalmente abogados. Es necesario vincular cada vez más otras disciplinas que les permitan a los estudiantes el manejo de sistemas de información, la estructuración de proyectos, el mercadeo de servicios y el análisis de información, entre otros.

La transdisciplinariedad que es usual en otros dominios del derecho tiene que reflejarse de manera concreta en los currículos como forma de complementar con métodos y saberes el discurso jurídico.

10. De materia específica, es interesante que las materias tradicionales incorporen módulos con los temas novedosos pertinentes: i) introducción al derecho debe incorporar el impacto de las tecnologías para el derecho; ii) bienes: el análisis de propiedad inmaterial y bienes digitales; iii) contratos y obligaciones: contratos web y contratos inteligentes; iv) pruebas: pruebas digitales y ciberforense; v) derecho público: Gobierno digital, gobierno abierto y derechos fundamentales en el entorno digital; vi) derecho administrativo: instituciones y regulación de las TIC; vii) Derecho Penal: delitos informáticos; viii) responsabilidad civil: daño en la era digital; ix) filosofía del derecho: filosofía de la información, inteligencia artificial y de los sistemas de información aplicada al ámbito jurídico.

11. La inquietud es inmediata y dada la velocidad en la transformación digital parece apremiante para las nuevas generaciones de juristas que se están formando: ¿cuáles son las capacidades que requieren hoy en día y serán necesarias en el futuro para los abogados en las organizaciones, empresas y firmas de abogados? ¿Cuáles materias deben incorporarse para lograr las nuevas capacidades y habilidades en los estudiantes de derecho del siglo XXI? ¿Es solamente u. cambio de enfoque de las materias o debe cambiarse el currículo? ¿Se deben incorporar nuevos métodos de enseñanza del derecho como consecuencia de la innovación y la tecnología? ¿Debemos buscar que al lado de juristas tradicionales, aparezca los emprendedores e innovadores en la forma de desempeño profesional?

12. Algunas reflexiones adicionales al respecto:

a. Los abogados del futuro deberán trabajar cada vez más en escenarios empresariales y de las firmas de abogados con ingenieros y deben aprender a dialogar, entender y escuchar.

b. El diálogo de los abogados con los ingenieros en la era del big data y la Inteligencia Artificial debe ir más allá de: por favor arregle el computador que algo no está funcionando!

c. El abogado del futuro debe explotar al máximo los avances del software, del hardware y de la tecnologías emergentes

d. La tecnología tiene métodos de experimentación y la aplicación del método científico con reglas y leyes diferentes a aquellos métodos de interpretación y deducción a los cuales está acostumbrado el abogado. Es importante completar todo el panorama del conocimiento incluyendo materias como biología, matemáticas y afines.

e. Los sistemas de información definen la automatización de procesos y procedimientos aplicados. El sector Justicia, las oficinas de abogados, la empresas y en general la sociedad experimenta un dominio de aquellos que programan la herramientas informáticas, definen el alcance de los algoritmos y determinan la reglas prácticas de interacción entre las personas y las máquinas. El abogado debe entender esos procesos, participar en ellos e influir en la toma de decisiones. Estas no deben ser únicamente el reino de los programadores.

f. Es necesario de manera temprana en los currículos de Derecho incorporar la noción, metodología del emprendimiento y la innovación.

g. El abogado del futuro debe entrenarse constantemente con educación continuada respecto de los avances tecnológicos y los nuevos modelos de negocios que debe asesorar.

h. La vida universitaria debe ser un laboratorio de ideas y no sólo de memorización de fuentes ni de aprendizaje de métodos tradicionales.

i.El futuro del derecho trae a colación los viejos problemas: estamos frente a un arte? Una ciencia? o una técnica?

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