Facultad de Derecho

14 de noviembre de 2017

Legaltech y la Uberización del mercado latinoamericano de servicios legales

En Latinoamérica se superan de manera paulatina algunas prácticas atávicas que impedían una mayor profesionalización de los servicios legales. Los clientes internacionales presentes en la región demandan servicios más especializados y pretenden la atención jurídica al más alto nivel. Los firmas mundiales de abogados mediante adquisiciones o directamente con su propia marca le han impreso el sello de la competencia a los mercados tradicionales dominados hasta hace poco por firmas locales.

En Latinoamérica se superan de manera paulatina algunas prácticas atávicas que impedían una mayor profesionalización de los servicios legales. Los clientes internacionales presentes en la región demandan servicios más especializados y pretenden la atención jurídica al más alto nivel. Los firmas mundiales de abogados mediante adquisiciones o directamente con su propia marca le han impreso el sello de la competencia a los mercados tradicionales dominados hasta hace poco por firmas locales. La práctica del ejercicio individual del abogado reconocido o con firmas tradicionales de propiedad familiar por varias generaciones dan paso a empresas de servicios legales con estándares internacionales de calidad. 

Todo este panorama parece muy prometedor tanto para las nuevas generaciones de abogados como para los consumidores de los servicios legales: los clientes. No obstante, el acceso a estos servicios legales de primer nivel no es generalizado y aún se limita a las grandes ciudades latinoamericanas y con destino a clientes de tamaño significativo que pueden remunerar esos servicios. Un revisión panorámica a cualquier directorio internacional de ranking de abogados así lo atestigua. Las firmas más importantes están en las grandes capitales y su listado de clientes está focalizado en las compañías multinacionales y en los conglomerados económicos locales.

Frente a ese panorama, la situación de las pymes es aún precaria: obtener servicios legales eficientes puede ser demasiado costoso o se deben conformar con servicios legales de menor calidad. En algunas ocasiones esto último es compensado por abogados con cualidades profesionales, trayectoria y esfuerzo personal.

Todo indica que las tecnologías de la información aplicadas por la profesión legal y la revolución de Legaltech con la adopción convergente de las novísimas tecnologías: computación en la nube, plataformas en línea, Big Data, el Internet de las Cosas, la inteligencia artificial, blockchain y demás por aparecer pueden aportar mucho a los mercados de servicios legales en expansión y quizás ser un factor de democratización. La disrupcion por emprendimientos LegalTech precisamente puede llevar a una mayor eficiencia a costos mínimos. Las firmas legales de todos los tamaños pueden racionalizar costos, mejorar procesos internos, aumentar las capacidades de sus abogados, optimizar la capacidad de respuesta y en general, ser más flexibles en beneficio de las compañías medianas y pequeñas. También las empresas LegalTech (legal technology o tecnología aplicada al sector legal) pueden crear modelos alternativos de servicios legales que impacten el día a día de los clientes. Algunas LegalTech también se enfocarán a optimizar las relaciones ente los abogados internos de las empresas in-house counsel y sus asesores legales.

Las tendencias que en mi opinión están surgiendo a raíz de la nueva ola de transformación digital y del naciente emprendimiento LegalTech son las siguientes:

i. La fortaleza renovada de las firmas tradicionales.

Latinoamérica tiene firmas poderosas a escala regional con cientos de abogados y con mercados locales y regionales. Muchas de ellas se han incorporado a firmas globales o están en camino a hacerlo. 

Uno de los mayores beneficios obtenidos con estas alianzas o ventas parciales o totales a las firmas extranjeras es la incorporación de buenas prácticas de trabajo y de herramientas tecnológicas para la facturación, la seguridad de los sistemas de información y la comunicación con clientes.

Teniendo en cuenta los costos de cualquier inversión en tecnología, las firmas poderosas de abogados con sus casas matrices en el extranjero encuentran una posibilidad de ampliar su fuerza y predominio en el mercado. 

ii. Las nuevas generaciones de abogados como fuerza de trabajo.

Las diversas generaciones de abogados que están ingresando a formar parte de las firmas ha crecido con el ecosistema digital a su lado. Mucha prácticas del ejercicio diario de sus tareas y de su relacionamiento con socios mayores de 40 años está ocasionando choques, roces y deserciones tempranas. Las firmas que no evolucionen rápidamente para copar las demandantes expectativas del talento joven se quedarán sin los mejores de las generaciones tecnológicas por venir. La actual disrupción no es únicamente tecnológica sino en el mercado laboral.

iii. El emprendimiento viral de los jóvenes abogados

En toda Latinoamérica se respira la ansiedad del emprendimiento. En el ámbito cultural, familiar y de los Negocios se plantea la opción de emprender por sí mismo. A la profesión jurídica también le llegó su hora. Cada vez más los jóvenes abogados soportan estructuras de ingresos que favorecen de manera desequilibrada a socios mayores que a duras penas utilizan de manera rudimentaria WhatsApp.

El mercado de servicios legales se empieza a nutrir de nueva sangre, firmas unipersonales o de coworking para competir de manera avezada con menos costos y llegar a forzar los límites de las tarifas inamovibles del pasado.

En esos emprendimientos legales está el germen no sólo de servicios profesionales prestados de manera diferente sino de modelos de negocios que propicien LegalTech más allá de las firmas de abogados.

Las firmas no son percibidas como lugares para construir una carrera que culmine con el encanecimiento del socio sino más bien como lugares para aprender rápidamente el oficio del derecho y buscar pronto la independencia y los emprendimientos propios.

iv. El reto de las firmas tecnológicas 

Las compañías tecnológicas están dispuestas a seguir teniendo a las firmas de abogados como clientes premium con “poderosas chequeras”para adquirir bienes y servicios informativos. No obstante, también puede ocurrir que las firmas de tecnología quieran ir un poco más allá y tratar de incursionar en la prestación de servicios legales. Esa tentación no la aguantaron desde hace tiempo las consultoras que adicionaron los servicios contables a su portafolio tradicional. La fuerza de la inteligencia artificial incluso para temas tan álgidos como la resolución de conflictos puede tentar a las firmas tecnológicas a buscar mercados en el sector legal.

v. Arbitraje al alcance de muchos:

Las transacciones globales y el arbitraje internacional encuentran terreno propicio con economías ávidas de capital pero con sistemas judiciales inoperantes y corruptos, con contadas excepciones en la región. Las TIC pueden contribuir con el manejo y administración de los costos del arbitraje facilitando los procedimientos y por ende, el acceso a los servicios de Resolución de Disputas. 

Los servicios de arbitraje por demanda y la masificación de servicios de arbitraje en línea puede ser el comienzo de la uberizacion del arbitraje. 

vi. La desigualdad y la falta de integración territorial

Latinoamérica sigue siendo un continente caracterizado por una profunda desigualdad social y económica. Sabemos que en los servicios legales ocurre lo mismo. En general, hasta ahora en Colombia las grandes empresas y empresarios de centros urbanos gozan de servicios jurídicos de primer nivel. El reto de las iniciativas Legaltech es lograr una mayor integración territorial y una oferta de servicios legales de calidad para la mayor cantidad de empresas y gentes.

En suma, las TIC pueden permitir que los servicios legales de excelente calidad y con estándares internacionales no sean privilegio de una élite de empresarios y que las nuevas generaciones de abogados tengan menos dificultades para construir sus propias firmas o integrarse a equipos de trabajo más ampliados en estructuras más flexibles. Los emprendimientos LegalTech a escala internacional y pronto en lo local van a propiciar modelos de disrupción legal, es el principio de la Uberizacion de nuestra profesión.

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