Facultad de Derecho

Generales
24 de abril de 2019

Cómo aprender las herramientas que necesita en un mundo dirigido por la tecnología

Por: Erik P. M. Vermeulen

Vivimos en un mundo de incertidumbre. Las máquinas son cada vez más autónomas. La información y los algoritmos se han convertido en un elemento vital dentro de nuestras posibilidades. Los computadores y la codificación continúan transformando nuestras vidas.

 

Cinco maneras que me permitieron dejar de preocuparme sobre el futuro y encontrar nuevas oportunidades

 

Muchos de nosotros nos preocupamos por los riesgos de un nuevo futuro digitalizado, conectado y automatizado.

 

Pero también vivimos en un mundo donde el aprendizaje de nuevos conceptos y la obtención de nuevas habilidades ha sido cada vez más fácil.

 

“Así las cosas, ¿qué deberíamos hacer para prepararnos ante la incertidumbre de un mundo cada vez más impulsado por la tecnología?”

Con frecuencia suelo recibir esta pregunta, cuando se discute el “futuro del trabajo” (puesto que ya me ha ocurrido en diversidad de ocasiones, esta semana). Mi respuesta más simple es la de tener una actitud positiva y concentrarme en el proceso de autoaprendizaje.

 

A continuación ofrezco algunas sugerencias prácticas para permitir que el autoaprendizaje sea divertido, productivo y efectivo. Estas herramientas me permitieron encontrar un mundo de oportunidades, en materia laboral, establecer nuevas colaboraciones y me han permitido tener ahora sesiones de exposiciones a lo largo del mundo.

 

1- Sé curioso

El ser curioso es un ingrediente esencial del autoaprendizaje exitoso. Existen diversas historias de crecimiento personal que mencionan la importancia de tener una “mente abierta”. La referencia que se suele usar es de propender por hábito para “el más inteligente”, “el más ocupado”, o el “más exitoso” dentro de las personas en el mundo. Su curiosidad les permite consumir y digerir información de una manera continua.

 

En mi caso personal, yo suelo invertir una hora de mi día aprendiendo nuevos contenidos. “Pero, me he dado cuenta con rapidez que el ser curioso y de mente absorbente ante nuevos conocimientos no es suficiente”.

 

Muchas personas con las que hablo han tenido experiencias similares. Ellos son curiosos y ocupan una buena parte de su tiempo leyendo, viendo presentaciones o escuchando podcasts. Pero incluso haciendo estas actividades, encuentran que algún elemento se encuentra ausente. No se sienten preparados para el futuro. O, incluso peor, sienten que esta nueva información les aumenta sus ansiedades y dudas sobre el futuro.

 

En ese orden de ideas, se requieren elementos adicionales para permitir que el proceso de autoaprendizaje sea más efectivo.

 

Otras decisiones me han servido, como las siguientes.

 

2-Construir un equipo

Una de las más interesantes lecciones que aprendí a lo largo de los últimos años es que era imposible relacionarse en un método de autoaprendizaje por cuenta propia. Esto suena contra intuitivo, pero el autoaprendizaje es mucho más efectivo y productivo cuando eres parte de la comunidad, trabajas en un equipo o colaboras con otros autodidactas. Cuando tienes un diálogo con este tipo de personas y permites fungir como el menor de otras personas, el proceso de autoaprendizaje entra de forma más rápido y es más didáctico.

 

El que se inspire a otras personas y se aprenda de ellos es algo que no tiene precio.

 

Con las tecnologías de comunicación actuales, la interacción y el que se experimentara con otros estudiantes es algo relativamente fácil. Por ejemplo, yo dispongo de una sesión semanal vía Skype con alguno de mis colegas de Japón. Intercambiamos ideas, analizamos información y nos educamos los unos a los otros. Este autoaprendizaje deviene entonces muy útil, cuando uno como participante debe explicar con palabras propias aquello que se ha aprendido durante esa semana. También, y tal vez aún más importante, esto hace que el autoaprendizaje sea más divertido e interactivo.

 

Mi esposa, quien es una emprendedora y tiene su propio negocio, también es parte del equipo. Ella lee con frecuencia y comparte mucha información sobre tendencias en materia de la tecnología y nuevos desarrollos. Y existen otras tantas personas (colegas, emprendedores, matemáticos), con quienes yo discuto el futuro de mi trabajo regularmente.

 

3- ¡Sé creativo!

Otro ingrediente necesario de mi proceso de autoaprendizaje es “escribir”. Hace que yo sea cada vez más creativo con aquello que he aprendido.

 

Entiendo que esta recomendación suena más fácil de lo que se puede pensar. He recomendado a varios de mis colegas y amigos el que empiecen a escribir, bloguear, tuitear, hacer infográficas, pero ellos suelen parar cuando los esfuerzos que ellos realizan no generan las suficientes vistas, lecturas, likes o reacciones.

 

Por supuesto que el reconocimiento es importante y sirve como un motivador. Pero de lo que me he dado cuenta es que el ser famoso o popular no es el elemento esencial del autoaprendizaje.

 

Por el contrario, es el proceso.

 

Es el proceso de ser creativo lo que genera valor agregado al autoaprendizaje. Al menos, esta es mi experiencia. Cuando empecé a escribir cada semana (es cierto que se debe ser consistente), el proceso de autoaprendizaje aceleró de manera considerable. Casi tengo 50 años de vida y es la primera vez en la que mi aprendizaje ha sido el más rápido en la misma.

 

4- Hacer tiempo

Una de las reacciones que suelo recibir cuando explico el proceso de autoaprendizaje a otros es que me preguntan dónde encuentro el tiempo para hacerlo.

 

Es cierto que el proceso de autoaprendizaje toma al menos para mí diez horas, por semanas. Ahora, por supuesto, yo podría darle una respuesta simple y contarle que todo significa el hecho de ser disciplinado. Uno debe encontrar el proceso de autoaprendizaje (así sea uno una persona extremadamente perezosa).

 

Pero esta respuesta puede no ser satisfactoria. Es una pregunta difícil (y muestra desde ya la importancia de amar los procesos de autoaprendizaje). Muchos de nosotros encontramos tiempo para aquellas cosas que amamos hacer.

 

Pero, un elemento que permite serte favorable es que incluyas el proceso de autoaprendizaje como parte de tu trabajo.

 

La compañía para la que trabajo y las organizaciones que asesoro tienen un interés masivo en entender las incertidumbres tecnológicas que propone este nuevo mundo. Ellos saben que los retos de hoy son las oportunidades de mañana. Pero, para evaluar las posibilidades, sus empleados necesitan estar equipados con los conocimientos y habilidades necesarios. El proceso de autoaprendizaje con colegas puede ser una herramienta útil, al respecto.

 

5- Piense diferente sobre la tecnología

Uno de los problemas más significativos es que las personas que suelen consultarme sufren frente al crecimiento exponencial de la tecnología.

Ellos se da cuenta de que el surgir de las tecnologías no puede ser detenido y continuará teniendo un enorme impacto en cada aspecto de nuestra vida, cómo vivimos, trabajamos y jugamos.

 

Pero, luego de leer libros y artículos, revisar clases magistrales y escuchar explicaciones sobre las distintas tecnologías digitales (como la Inteligencia Artificial, Blockchain y los Contratos inteligentes), ellos se sienten perdidos y aún más confundidos. También me ha pasado. Incluso, pareciera que las 101 presentaciones que a veces suelo preparar incluso elevan más problemáticas o sugieren muchos otros interrogantes.

 

Lo que me ha ayudado en este proceso es el de dejar de ver a las nuevas tecnologías como si fueran “conceptos tecnológicos”. El proceso de autoaprendizaje resultó ser más rápido luego de que yo empezara a ver el significado estratégico, cultural y organizacional de las nuevas tecnologías. De repente, estas “tecnologías” entraron a la vida. Las teorías y fundamentos detrás de las tecnologías resultaron ser más claro. También me permitieron darme cuenta de que la “amenaza digital” es real y de cómo el proceso de autoaprendizaje es más crucial, hoy en día.

 

¿Cómo empezar ahora?

  • Continúe su proceso de consumo de información.
  • Encuentre la o las redes sociales que se adapten a su output creativo.
  • No se distraiga por los likes o reacciones que pueda recibir. Recuerde que el proceso de autoaprendizaje no es un concurso de belleza. Se trata de un proceso que se desarrolla durante toda la vida.
  • Sea consistente.
  • Encuentre a más socios.

 

Sea curioso, creativo, y nunca deje de aprender.

 

*Erik P. M. Varmeulen

Profesor de Derecho Comercial y Financiero de la Universidad de Tilburg y el Centro de Derecho y Economía de Tilburg en Holanda; docente de la maestría en Derecho Internacional con énfasis en Derecho Internacional de los Negocios de la Universidad Externado de Colombia; asesor senior corporativo/Vicepresidente de la Asesoría Jurídica Corporativa de Philips International BV en Holanda, donde orienta en temas de gobierno corporativo, incluyendo la estructura corporativa global del Grupo de empresas de la Philips. Además del enfoque en la gestión empresarial, posee una amplia experiencia en fusiones y adquisiciones y proyectos de finanzas corporativas.

Artículos Recientes