Tomando las Riendas del Futuro: La Importancia de Regular la Inteligencia Artificial para el Bien Común.

Se plantea la urgencia de regular la inteligencia artificial (IA) para garantizar el bienestar común, inspirándose en las leyes de robótica de Asimov. Adicionalmente, son resaltadas las iniciativas legislativas en Colombia y la Unión Europea, en donde se excluye expresamente los avances que estén relacionados con la seguridad nacional.

Hace 72 años en un cuento llamado Runaround, Isaac Asimov enunció las tres leyes de la robótica, siendo estas:

Primera Ley: Un robot no puede dañar a un ser humano ni, por inacción, permitir que un ser humano sufra daño.

Segunda ley: un robot debe obedecer las órdenes que le den los seres humanos, excepto cuando dichas órdenes entren en conflicto con la Primera Ley.

Tercera Ley: Un robot debe proteger su propia existencia siempre que dicha protección no entre en conflicto con la Primera o Segunda Ley.

Este germen de regulación se planteó en una etapa histórica en donde todo lo relacionado con inteligencia artificial era catalogado como ciencia ficción, aunque ya Alan Turing en la misma época había demostrado el potencial deslumbrante de las computadoras.

Con la promulgación de la Ley de IA de la Unión Europea, la regulación de la misma estará en ebullición. Solo en Colombia, posteriormente al proyecto de ley 059 de 2023, también se radicaron los proyectos 091 frente al uso responsable de la IA, el 200 sobre regulación y límites, y el 130 sobre armonización de la IA con el derecho al trabajo, pero todos están pendientes que se rinda ponencia para el primer debate. También, este año se radicó el proyecto 225 para modificar el artículo 296 del Código Penal, relacionado con la falsedad personal.

Estamos siendo testigos de un hito regulatorio histórico, planteando estas reglamentaciones como objetivo fundamental el bien de la humanidad en todos los sentidos. Sin embargo, dejan abierta una caja de pandora al excluir los desarrollos de IA que tengan que ver con la seguridad nacional, en otras palabras, proyectos militares y de inteligencia, los cuales que pueden eventualmente exponer la viabilidad de nuestra existencia como especie.

Puede parecer un poco dramática esa afirmación, pero lo establecido en la Ley de IA de la Unión Europea puede dar lugar a una carrera armamentista de otro nivel, al indicar: “Si y en la medida en que los sistemas de IA se comercialicen, se pongan en servicio o se utilicen con o sin modificación de dichos sistemas para fines militares, de defensa o de seguridad nacional, deben quedar excluidos del ámbito de aplicación del presente Reglamento, independientemente del tipo de entidad está llevando a cabo esas actividades, por ejemplo, si es una entidad pública o privada.” Continúa estableciendo que “En lo que respecta a los fines de seguridad nacional, la exclusión se justifica tanto por el hecho de que la seguridad nacional sigue siendo responsabilidad exclusiva de los Estados miembros de conformidad con el artículo 4, apartado 2, del Tratado de la Unión Europea y por la naturaleza específica y necesidades operativas de las actividades de seguridad nacional y normas nacionales específicas aplicables a esas actividades”.

En lo atinente al espectro regulatorio local el Artículo 17 del proyecto de ley 059 de 2023, presentado por el senador Gustavo Moreno, establece: “Instrumento de Seguridad Nacional. Las políticas del orden nacional o local deberán establecer que los asuntos que impliquen el uso, implementación y desarrollo de inteligencia artificial no podrán utilizarse como instrumento armamentista a menos que sea para asuntos de seguridad nacional”.

Han sido muchos los incidentes en los que la humanidad estuvo al borde de una guerra termonuclear, evitándose gracias a un instante de lucidez. Ahora bien, a diferencia de las armas nucleares, la IA puede llegar a tener autonomía propia e incluso influir en la toma de nuestras decisiones.

Por supuesto, la razón es que no se puede bajar la guardia ante la ilimitada creatividad para producir daño de organizaciones terroristas, el crimen organizado y proyectos secretos de otros países, gestándose de esta manera la receta perfecta para otra carrera demencial.

La cuestión es que en la evolución de la IA hubo periodos de inviernos ocasionados por la negativa de los científicos más eminentes de utilizar su conocimiento para fines militares, en un análisis profundo de conciencia y sensatez.

¿Qué ocurrirá cuando alcancemos a crear una IA con fines bélicos que tenga un nivel muy superior al humano?

Cada vez más son las voces que alertan sobre un desencadenamiento apocalíptico de estos avances, entre los cuales se encuentran figuras de la talla de Stephen Hawking, Elon Musk, Nick Bostrom y Bill Gates. Todo esto puede conllevar a que seamos los mismos humanos quienes llevemos a la inteligencia artificial a violar las tres leyes de Asimov.

Bibliografía:

Asimov for Lawmakers. Journal of Business and Technology Law. Jerome De Cooman y Nicolas Petit. 2022, Vol. 18 Issue 1, p1-34, 34p. Publisher: University of Maryland.

Ley de Inteligencia Artificial de la Unión Europea.

Proyecto de ley 059 de 2023.